Desde sus inicios, CELCIT implementó un modelo de formación que combinaba la experimentación con la sistematización del conocimiento teatral. Durante la primera década, los talleres abarcaron diversas aproximaciones: desde la búsqueda expresiva individual, hasta la preparación de una puesta en escena colectiva, siempre con un enfoque de integración entre teoría y práctica.
Con el paso del tiempo, la institución fue refinando sus propuestas y adaptándolas a las necesidades concretas de los artistas de la región. A finales de los años 70 y principios de los 80, CELCIT ya había definido una estructura clara para sus programas de formación, en la que se ofrecían talleres de exploración actoral, dramaturgia, dirección y técnicas escénicas.
Este proceso de ajuste y especialización culminó en 1980, cuando Juan Carlos Gené asumió directamente la dirección de un taller actoral, sentando las bases para una de las iniciativas más importantes de la institución: el Taller Actoral Permanente.