Esta pujante actividad, fue segada por las llamas del incendio que se desató el 14 de julio de 2005. El fuego devoró, en horas, aquellos largos minutos/años de trabajos y sueños. Como si la segunda piel de la comunidad teatral a ambos lados del Atlántico, también ardiese, la noticia conmovió a artistas, espectadores y público. De cada lugar de América y de España, llegaron cartas, aliento y monedas, envueltos en el pañuelo del cariño, el afecto y la esperanza, con el deseo expreso de reconstruir aquel espacio de todos. Y, ante ese clamor, las autoridades regionales y nacionales se sensibilizaron y actuaron con la urgencia del caso, aportando su valiosa colaboración, su preocupación y su apuesta por el porvenir.
Y vinieron los meses de la reconstrucción. Demoler las ruinas, volver a diseñar sala e instalaciones, espacio de trabajo, camerinos y habitaciones para quienes vienen desde lejanas latitudes a trabajar en este laboratorio teatral. Arquitectos, constructores, obreros y especialistas, fueron dando forma al nuevo espacio. Luego, tocó al CELCIT, concluir con la puesta a punto final. Sillería, iluminación, accesorios, mobiliario, todo fue adquiriendo el perfil adecuado para cada necesidad. La casa del teatro iberoamericano en La Mancha volvía a ser una realidad.
Como testimonio de la solidaridad de los teatristas de Iberoamerica , el 6 de octubre de 2007, volvió a abrir sus puertas el Teatro Laboratorio La Veleta, renacido como el ave Fénix.
Desde su reapertura, LA VELETA realiza actividades todo el año funcionando como laboratorio creativo, residencia artística y lugar de presentaciones de cine, danza, música y teatro.