«Al elegir la profesión teatral, elegimos cómo se quiere vivir y no de qué.»
— Juan Carlos Gené
Desde su origen, el CELCIT asumió la formación teatral como un pilar fundamental de su actividad. Más allá de la producción y la difusión de las artes escénicas, la institución comprendió que el teatro que queremos necesita creadores formados integralmente: actores, directores, dramaturgos, técnicos y demás artistas comprometidos con su arte y su tiempo.
Este compromiso con la formación se ha basado en dos principios esenciales:
1️⃣ La preparación técnica y expresiva: Capacidad para desarrollar el lenguaje teatral en su máxima calidad.
2️⃣ El sentido de pertenencia y compromiso: Con la comunidad, con la identidad iberoamericana y con los desafíos del contexto social.
A lo largo de su trayectoria, el CELCIT ha desarrollado programas de formación adaptados a las necesidades del teatro iberoamericano. La institución ha entendido que formar artistas no solo significa transmitir técnicas, sino también crear individuos capaces de afrontar los retos más complejos del escenario y de la vida.
Por eso, las decisiones pedagógicas del CELCIT no se han basado únicamente en lo que la institución quería ofrecer, sino que también han respondido a las necesidades reales del medio teatral en el que se desarrollaban. Encontrar el equilibrio entre estos dos factores ha sido clave para consolidar un modelo de formación eficaz y en constante evolución.
El siguiente paso lógico en este camino fue la creación de programas y talleres que consolidaran estos valores, asegurando que cada generación de artistas tuviera acceso a una formación de calidad, con maestros de gran experiencia y reconocimiento.
📌 En los próximos artículos exploraremos cómo nació y creció el área de formación del CELCIT, desde sus primeros talleres hasta la creación de centros especializados en diversos países.