Con profunda tristeza, desde el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral – CELCIT España, comunicamos el fallecimiento de nuestra querida Elena Etel Schaposnik Cabo, ocurrido el martes 17 de junio de 2025, en la ciudad de Almagro, donde residía y trabajaba desde hace más de dos décadas.
Elena fue coordinadora general de nuestra institución, fundadora de este proyecto en suelo español y pieza fundamental de la red CELCIT desde principios de los años 80, cuando se integró al equipo en Venezuela. A lo largo de más de cuatro décadas, su trabajo infatigable, su visión estratégica y su sensibilidad humana transformaron el panorama del teatro iberoamericano, generando puentes entre continentes, creando espacios de encuentro, circulación y pensamiento crítico para centenares de artistas y compañías de habla hispana.
Su legado está impreso en cada proyecto que emprendimos, en cada espectáculo que apoyamos, en cada alianza que construimos. Desde la creación de La Veleta – Teatro Laboratorio, hasta la expansión de nuestras actividades formativas, editoriales y escénicas, su huella es indeleble y permanece viva en cada rincón del CELCIT.
Pero más allá de su labor como gestora cultural, Elena fue una mujer profundamente generosa, cálida, luminosa. Una compañera íntegra. Una madre incansable. Una amiga inolvidable. Su partida ha dejado un vacío inmenso, no solo en nuestra institución, sino en toda la comunidad teatral iberoamericana, que ha respondido a esta dolorosa noticia con centenares de mensajes, cartas, llamadas y testimonios que nos han conmovido profundamente.
Desde Colombia hasta Argentina, desde México hasta Chile, desde Uruguay hasta España, hemos recibido el abrazo solidario de teatristas, creadores, gestores, instituciones y públicos que supieron del amor, el compromiso y la generosidad con la que Elena vivió su vida y su trabajo. A todos y todas, nuestro más sincero agradecimiento.
Su compañero de vida, Luis Molina, su hijo Eduardo Ravara, su nuera Akaida, sus nietos Ariadna y Gael, y también Gladys Prince, amiga entrañable, actriz venezolana y compañera de vida cotidiana en su hogar en Almagro, así como quienes integramos esta casa, la acompañamos hasta el último suspiro. Seguiremos caminando su legado con humildad, convicción y respeto, sosteniendo este proyecto con el mismo amor con el que ella lo sostuvo durante tantos años.
Elena no era una mujer que buscara protagonismo. Prefería construir desde atrás, tejer en silencio, brindar sin medida. Pero hoy sentimos que es justo y necesario nombrarla, visibilizar su obra, agradecerle en voz alta todo lo que hizo por el teatro iberoamericano y por tantas vidas tocadas por su luz.
Su ausencia física duele, pero su presencia sigue viva en nuestras tareas cotidianas, en nuestros archivos, en nuestras aulas, en los escenarios que ella ayudó a iluminar, y en los corazones de todos y todas quienes tuvimos el privilegio de caminar a su lado.
El CELCIT España continuará su misión con la fuerza de su memoria, el ejemplo de su trabajo y la ternura de su mirada.
Gracias, Elena.
Por todo. Por tanto. Por siempre.