NOTICIAS 

Día mundial del teatro 2025

CELCIT España reafirma su compromiso con un teatro vivo, plural y transformador

Desde CELCIT España nos unimos, un año más, a la conmemoración del Día Mundial del Teatro, una fecha que celebra el poder transformador de las artes escénicas y su profunda resonancia en la vida de las personas y los pueblos.

El teatro, desde sus orígenes, ha sido un acto colectivo de humanidad: un espejo de nuestras emociones, un espacio para la reflexión crítica, un ritual de encuentro, resistencia y memoria. En un mundo atravesado por la incertidumbre, las desigualdades y los conflictos, el teatro sigue siendo una herramienta vital para imaginar futuros posibles, para hacernos preguntas y para defender lo común.

Desde nuestra labor cotidiana, acompañando procesos creativos, pedagógicos y de circulación artística iberoamericana, reafirmamos nuestro compromiso con un teatro vivo, plural y profundamente humano. Creemos en un teatro que dialoga con su tiempo sin perder sus raíces; que se construye en comunidad; que transforma desde lo poético, lo político y lo ético.

Hoy celebramos a todas las personas que hacen posible el teatro: creadoras y creadores, docentes, estudiantes, investigadoras, técnicas, gestoras… Y también, especialmente, a quienes siguen eligiendo entrar en una sala o levantar un telón, para encontrarse, una vez más, con esa chispa irrepetible del acontecimiento teatral.

En este marco, compartimos el Mensaje del Día Mundial del Teatro 2025, escrito por el destacado dramaturgo y director griego Theodoros Terzopoulos:


MENSAJE DEL DÍA MUNDIAL DEL TEATRO 2025

Por Theodoros Terzopoulos – Dramaturgo y director griego

«¿Puede el teatro escuchar la llamada de socorro que nuestros tiempos están enviando, en un mundo de ciudadanos empobrecidos, encerrados en celdas de realidad virtual, atrincherados en su asfixiante privacidad? ¿En un mundo de existencias robotizadas dentro de un sistema totalitario de control y represión que atraviesa todo el espectro de la vida?

¿Está el teatro preocupado por la destrucción ecológica, el calentamiento global, la pérdida masiva de biodiversidad, la contaminación de los océanos, el derretimiento de los casquetes polares, los incendios forestales cada vez más frecuentes y los fenómenos climáticos extremos?

¿Puede el teatro convertirse en una parte activa del ecosistema? El teatro lleva años observando el impacto humano sobre el planeta, pero le resulta difícil abordar este problema.

¿Está el teatro preocupado por la condición humana tal y como se está configurando en el siglo XXI, donde el ciudadano es manipulado por intereses políticos y económicos, redes mediáticas y empresas formadoras de opinión?

¿Dónde las redes sociales, tanto como las facilitan, son el gran pretexto para la comunicación, porque proporcionan la distancia segura necesaria frente al otro? Un sentido generalizado de miedo al otro, al diferente, al extranjero, domina nuestros pensamientos y nuestras acciones.

¿Puede el teatro funcionar como un taller para la convivencia de las diferencias sin tener en cuenta el trauma sangrante? El trauma sangrante nos invita a reconstruir el mito.

Y, en palabras de Heiner Müller, “El mito es un agregado, una máquina a la que siempre se pueden conectar nuevas y diferentes máquinas. Transporta la energía hasta que la velocidad creciente explota el campo cultural”, y yo añadiría el campo de la barbarie.

¿Pueden los focos del teatro iluminar el trauma social y dejar de arrojar luz engañosamente sobre sí mismo? Preguntas que no permiten respuestas definitivas, porque el teatro existe y perdura gracias a las preguntas sin respuesta.

Preguntas que lanza Dionisio, pasando por su lugar de nacimiento, la orquesta del antiguo teatro, y continuando su silencioso viaje de refugiado a través de paisajes de guerra, hoy, en el Día Mundial del Teatro.

Miremos a los ojos de Dionisio

El dios extático del teatro y el Mito que une el pasado, el presente y el futuro, el hijo de dos nacimientos, de Zeus y Sémele, proyector de identidades fluidas, femeninas y masculinas, airado y bondadoso, divino y animal, en el límite entre la locura y la razón, el orden y el caos, un acróbata en la frontera entre la vida y la muerte.

Dionisio plantea una pregunta ontológica fundamental: “¿De qué se trata todo esto?”, una pregunta que impulsa al creador hacia una investigación cada vez más profunda sobre la raíz del mito y las múltiples dimensiones del enigma humano.

Necesitamos nuevas formas narrativas orientadas a cultivar la memoria y dar forma a una nueva responsabilidad moral y política que surja de la dictadura multiforme de la Edad Media contemporánea.

— Theodoros Terzopoulos

¡Únete a la Comunidad CELCIT España!

Suscríbete para estar al tanto de nuestras novedades

Contáctanos