Poco antes de morir, Juan Carlos Gené escribió una obra de teatro basada en la vida del famoso asaltante argentino Juan Bautista Vairoleto. La obra nunca llegó a estrenarse. 10 años después, el hijo del autor, el actor y director Hernán Gené, recibe la visita del fantasma de su padre, que le ordena montar la función.
Pero la tarea no es fácil para este Hamlet moderno, que debe sumergirse en el archivo de su padre para encontrar el texto de la obra y la manera de llevarlo a escena. En su imaginario se entremezclan, entre otros, su infancia y su padre, Robin Hood, las palabras y los personajes de Shakespeare, el clown, las máscaras, la Pampa infinita, el pop, el Renacimiento, el cine de aventuras y el Corto Maltés. Entremezclados en una dramaturgia que desafía la causalidad clásica, Hernán Gené crea una suerte de road movie escénica por la mente del hijo que a la vez que oye la voz -terrenal, divina, real o ficticia- que le obliga a realizar una tarea que parece, al igual que para el príncipe de Dinamarca, superior a sus fuerzas, busca desesperadamente su identidad.
La historia de Vairoleto se cuenta entonces, entremezclada con las reflexiones del actor víctima del mandato paterno que extiende sus garras mucho más de lo imaginable: ¿Por qué hace teatro? ¿Para quién lo hace? ¿Fue su elección o sólo un reflejo autómata a lo que tenía delante?
Hernán Gené, monta su nuevo espectáculo en tres planos: uno, el real, el de la obra de teatro que se está llevando a cabo aquí y ahora. Otro, el de la historia de Juan Vairoleto en el momento de su muerte a manos de la policía y de cómo llegó hasta ahí. El tercero reconstruye el vínculo padre-hijo desde la perspectiva shakesperiana en la que las referencias a Hamlet se multiplican hasta el punto de no comprender si este que está aquí es él mismo, si es su padre, si es un actor que interpreta a un hijo o es un personaje que desaparecerá en cuanto la función termine.
¿Quiénes somos? ¿Es nuestra vida realmente nuestra? Son algunas de las preguntas que atormentan al protagonista en diálogo permanente con los espectadores de este sueño que algunos llaman teatro.